La historia de la conquista de naciones hasta el fin del mundo, especialmente en el contexto de la Biblia, implica la idea de un proceso divino de conquista para establecer el reino de Dios y la justicia en la Tierra. A lo largo de la historia, se han visto ejemplos de conquistas militares y políticas, como la conquista de Canaán por parte de Josué, pero también conquistas espirituales que se enfocan en la transformación de corazones y la expansión del mensaje de Dios.